Antes que nada, debemos concretar qué es o qué entendía la gente medieval por 'bruja'.Una bruja es un ser humano -por lo general una mujer, pero a veces también un hombre e incluso un niño- que se ha entregado al Diablo por medio de un pacto o contrato, para servirle o asistirle.La bruja, pues, es un individuo que:1) practica maleficium,es decir, que hace daño por medios ocultos2) se ha entregado al Diablo, pasando a ser su sirviente3) es de por sí un ser monstruoso que vuela por los aires de noche, con propósitos malignos tales como devorar niños recién nacidos, y que se asocia con sus semejantes en sitios salvajes y desolados4) es miembro de una sociedad o secta que celebra periódicamente reuniones, llamadas sabbats o aquelarres, donde se parodia sistemáticamente a la religión cristiana y se adora al Diablo, quien a su vez mantenía relaciones sexuales con sus adeptos humanosLas brujas vivían bien en pequeñas aldeas o sitios bastante abandonados, bien en pueblos o ciudades, donde se dedicaban a servir a los lugareños con sus hechizos, que habitualmente compraban sus poderes para hacer daño a otras personas.
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